domingo, 24 de abril de 2016

Los sonidos trascendentales

El poder de los sonidos trascendentales sobre la conciencia


¿Qué es el sonido?
El sonido es vibración. En los seres humanos se reconoce como sonido a las vibraciones que oscilan en una frecuencia comprendida entre 15.000 y 20.000 hercios, puesto esta frecuencia puede ser percibida directamente por el oído.

Sin embargo, el sonido abarca una amplia gama de frecuencias que el oído humano no puede percibir. Las que se encuentran por encima de los 20.000 hercios se denominan ultrasonidos. Toda partícula en el universo vibra a determinada frecuencia, por tanto es una forma de sonido. Lo que percibimos como sólido, líquido o gaseoso, no es más que la misma materia vibrando a diferentes frecuencias. Por tanto el sonido es una frecuencia alta de vibración en comparación con el cuerpo humano, esto quiere decir que el cuerpo humano es una vibración o sonido “condensada”, es decir, vibrando a una frecuencia mucho más baja.



Según la Biblia, los antiguos israelitas conocían muy bien el poder del sonido. La historia cuenta que durante el sitio de Jericó, los sacerdotes emitieron un fuerte sonido con una especie de trompetas, lo cual ocasionó que los muros de la ciudad se derrumbaron. Evidentemente, los sacerdotes debieron conocer la frecuencia a la que vibraban las moléculas de los muros y crearon un sonido de una frecuencia idéntica. Esto es similar al ejercicio de romper copas de cristal por medio de la voz.
El estudio de los efectos del sonido es en realidad una de las ciencias más antiguas de la humanidad y está registrada en las grandes religiones. En la tradición cristina, judía y musulmana, las cuales comparten el Génesis, se dice que Dios utilizó el poder del sonido para crear el universo. Según ese libro Dios “dijo”, es decir pronuncio la palabra “Haya luz” e inmediatamente “La luz se hizo”.

En la tradición hindú –que es de una tradición más antigua que la judeo - cristiana- los Vedas, su libro más sagrado dice lo siguiente: "Y al principio fue Brahma, con quien estaba la palabra", y fue el sonido (mantra) OM el medio por el cual se creó el universo.

El Hinduismo habla del poder de los mantras o palabras sagradas, cuya repetición (frecuencia) puede alterar el estado de conciencia de las personas, e incluso, generar cambios físicos como sanaciones y milagros. El sonido ha sido ampliamente usado en todas las culturas antiguas como un medio para comunicarse con el Ser superior y para lograr sanaciones; desde Australia hasta sur, centro y norte América el sonido ha sido una fuente de estudio místico y religioso.

En la antigua Grecia Apolo era el dios de la música y la sanación. Había templos donde se sanaba a las personas por medio del sonido, armonizando tanto el cuerpo como el espíritu.
Los sacerdotes egipcios, quienes también eran músicos, utilizaban el sonido para equilibrar los centros energéticos del cuerpo humano.
La tradición mística islámica, conocida como Sufismo, llama al sonido "Ghiza-I-ruh" ("alimento para el alma") y lo utilizan de una forma muy variada y con múltiples aplicaciones para sanar distintas dolencias y restablecer el equilibrio de la persona.
Los budistas tibetanos afirman que cada cosa tiene su sonido y que este depende del estado del ser y de la cosa que produce el sonido. Ellos afirman que un maestro del sonido puede dar vida o quitarla, dependiendo de la manera como lo use.
Un ejemplo muy famoso de esto es el de Pitágoras (aprox. siglo VI a.C.) quien es conocido ampliamente como filosofo y matemático. Sin embargo, gran parte de su tiempo lo dedicó al estudio del sonido. Creó su propia escuela en Crotona donde enseñaba los secretos de la elevación de la conciencia y de la sanación por medio de la música. Llamó a su método “medicina musical”

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