AKASHA
Significado de diferentes filosofías en una forma general:
Hinduismo:
Significa la base y esencia de todas las cosas en el mundo material.
También que es uno de los elementos,: es el Quinto elemento, y su
principal y especifica característica es el Sonido.
Budismo:
La Substancia Primaria
Teosofía:
Se ha popularizado como adjetivo, y su término indica que se refiere a
una biblioteca, a un comprendio que contiene todo el conocimiento
humano.
Paganismo Moderno:
Se cree por el paganismo que el Akasha es la quinta esencia, o el
quinto elemento y el quinto elemento es el Éter. Scott Cunnigham
describe que el Akasha es la fuerza espiritual que desciende sobre los
otros cuatro elementos; Tierra, Agua, Viento y Fuego, asimismo que la
combinación de los cuatro elementos forman el quinto elemento o el
Akasha y que el Akasha existe en absolutamente todas las cosas. Sin
Akasha no hay Espíritu, Alma o Magia. Refiriéndose a la estrella de
cinco puntas que está encerrada en un círculo la cual llamamos,
pentaculo, pentagrama, o estrella de cinco puntas; todas ellas indican
que son los otros cinco elementos: Tierra-norte, Fuego-sur, Aire-este y
Agua-oeste y el Akasha en el centro.
Se trabaja con el 5to Elemento para crear cambios positivos en la
tierra y esto se hace a través de la meditación para generar cambios en
la vida de uno mismo. La Espiritualidad Akashica es holística. Quien
practica el camino holístico se compromete a transformar su vida para
mejorarla en cada aspecto, física, mental y espiritualmente.
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miércoles, 18 de enero de 2017
domingo, 1 de enero de 2017
AHIMSA
Término procedente del Sánscrito que acabó siendo internacionalmente
conocido gracias a Mohandas Gandhi, tanto porque formó parte de su
filosofía política, como de sus campañas noviolentas. Ahimsa se ha
venido traduciendo a las lenguas indoeuropeas con el significado de
‘noviolencia’, siendo su raíz la palabra ‘himsa’ que, asimismo, se
traduce como ‘violencia’. En realidad, esta traducción no llega a
revelar del todo el profundo significado que tiene la ahimsa en lenguaje
sánscrito, para éste el concepto implica no sólo a la acción, sino a la
palabra, al deseo y al pensamiento, es decir, a todos y cada uno de los
aspectos de la vida humana.
Desde el punto de vista etimológico la palabra ahimsa deriva de la raíz sáncrita hims- que significa ‘perjudicar’, ‘dañar’, ‘herir’, ‘matar’, con el añadido del prefijo a
que le da un valor privativo vendría a significar –como ya hemos dicho-
‘no perjudicar’, ‘no dañar’, ‘no matar’, etc. Sin embargo, esta sería
una interpretación demasiado restringida y, además, tomada en un sentido
negativo. Ya en el Isvaragita o Poema del Señor, uno
de los textos sagrados más apreciados del hinduismo, la ahimsa es una de
las virtudes morales más exaltadas que es interpretada como una
incapacidad -o total ausencia- del deseo de dañar, odiar, hacer el mal, o
matar a cualquier ser viviente. Algunos autores incluso piensan que
debería traducirse por el término ‘inocencia’ o ‘pureza’ porque ambas
reflejarían la verdadera profundidad transformadora y expresiva de mente
y corazón que significa la ahimsa.
Ahimsa
es, también, un mandato ético que se encuentra en religiones como el
Jainismo, el Budismo y el Hinduísmo. Sin embargo, no para todas tiene
este mandamiento o precepto la misma importancia. Para el Jainismo, la
ahimsa es el primero y más importante de sus cinco votos (1.No herir ni
matar a ningún ser viviente; 2. Sinceridad; 3. Rectitud; 4. Vivir con
castidad; y, 5. Desapego de las cosas), es el principio central de todo
su sistema ético. Para los seguidores del Jainismo, la ahimsa significa
no causar de manera absoluta ningún tipo de daño o sufrimiento a
cualquier forma de vida (tanto humanas, como no humanas). Ello incluye,
no sólo renunciar a causar daño o sufrimiento físico, sino también de
otro tipo, como psíquico, moral, verbal. Pero, además, ahimsa implica
una búsqueda -fundamentalmente personal- de la pureza, de la
auto-perfección y de la autorrealización. En este sentido, el concepto
de ahimsa se amplia con fuertes componentes espirituales (alma humana y
proyección religiosa) y antropológicos (concepción del ser humano y de
lo humano). Al igual que para Mahavira, el gran héroe de esta religión
del s. VI a.C., también llamado Jina (vencedor), -fundador de esta
religión y modelo absoluto de vida y moral ascética, que renunció a
cualquier deseo o instinto de los sentidos y que consiguió el máximo
autocontrol a través de la superación de sí mismo-, la ahimsa se
convierte en el camino o el instrumento para superar el ciclo de la
reencarnación (samsara) y alcanzar –mediante una búsqueda progresiva y permanente-, el estado final de ‘iluminación’ y ‘conocimiento total’ (moksha),
esto es, la completa y definitiva liberación del círculo de la eterna
reencarnación, es decir, acabar deviniendo estado espiritual puro. Así,
la ahimsa, se puede interpretar como una vía ideal de perfección
espiritual y humana en la que, lógicamente, en esta aventura no cabe
sino el respeto y el amor por todo lo viviente.
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