Simplemente aparecen.
Como la noche sucede al dia, en silencio.
Llegan de tiempos lejanos, de lugares remotos
abriendo heridas, una vez más
Extrañamente inquietas,tímidas, casi asustadas.
Intimas, tiernas,
bellas y frágiles,
luminosas y rompedoras,
prontas a perfumar los caminos que recorren,
a iluminar los espacios en penumbra,
a respirar junto a tí los efluvios del perdón.
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